... me acomodé en el asiento, levanté mi brazo y lo flecté, de modo que el codo quedara apoyado en el vidrio y así el antebrazo cimpliera el rol de soporte para mi cabeza; me apoyé en él (imag.1 y 2)y luego de unos segundos comencé a notar una diferencia de aire en mi oreja, que estaba ubicada en el hueco que hacía mi brazo, el viento que por ahí se colaba era más frío que el que me llegaba en el resto del rostro; y bajo esta premisa supongo que lo más probable es su velocidad fuera mayor, puesto que a mayor velocidad del viento, menor es su temperatura. Aunque claro está que la variación debe ser muy sutil, creo que es una posibilidad viable, que al poner mis brazo y cabeza en esta posición, accidentalmente se haya producido un efecto venturi.
También para asegurarme de que esta variación si existió, bajé el brazo y posisioné la cabeza a la misma altura anterior, resultando la brisa en mi oreja más suave y cálida; y repetí el experimento más de una vez, obteniendo el mismo resultado.
Otra ocasión en la que he tenido el fortunio de presenciar el fenómeno Venturi en su máximo explendor, fue una vez que con mi familia visitamos Constitución, allí, al lado del mar, entre dos pequeños montes, se encuentra una calle; donde por su ubicación geográfica, se puede apreciar enórmemente este fenómeno, y es de tal intensidad la velocidad y fuerza del viento, que incluso ejerce una fuerza muy notoria en el cuerpo, es decir, al estar parado ahí, uno verdaderamente siente que el viento lo empuja o no le permite avanzar(dependiendo de la dirección en la que uno camine).(Imag.3)
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